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La importancia del chip en nuestras mascotas

Desde Lacua queremos recordar a todos/as aquellos/as que tenéis algún perrito o perrita que la implantación del chip es importantísima. En España, la ley obliga a identificar a los animales de compañía.

¿Qué es el microchip?

El microchip es un sistema electrónico de identificación de animales. Se coloca una sola vez en la vida de la mascota y permanece en su cuerpo para siempre. La información relativa al perro o gato queda registrada en la base de datos del Censo Canino que tiene cada Comunidad Autónoma, en el que se almacena la información relativa a cada chip (el nombre del dueño, su dirección y uno o dos teléfonos de contacto).

¿Para qué sirve el microchip?

Implantar el chip a nuestras mascotas puede ser beneficioso por varias razones:

A efectos de la ley podemos corroborar sin ningún tipo de problema que somos el titular de nuestra mascota. Es imposible falsear los datos del microchip.

En caso de pérdida del animal, tanto veterinarios como protectoras, mediante un lector, pueden acceder a nuestros datos.

La identificación por chip ayuda a evitar el abandono, ya que la ley castiga con sanciones bastante elevadas a las personas que abandonan o maltratan a un animal. De esta manera, se puede probar quién es el propietario y responsable legal de un animal maltratado o abandonado.

 

Finales felices

 

Como ejemplo, hace una semana Lacua rescató a un perrito que llevaba perdido desde el 17 de noviembre, es decir, ¡Más de un mes! La protectora actúo como se acostumbra en estos casos, le pasamos el lector y afortunadamente tenía chip, pudiendo así contactar con su familia. Toda la agonía sufrida durante más de un mes acabó ese mismo día con un final feliz, y todo gracias a que el perrito tenía puesto el microchip. Aquí os dejamos algunas fotos del perrito encontrado.

 

Recuerda, poner el chip no es un capricho de los veterinarios y protectoras, es una responsabilidad y su incumplimiento supone no cumplir con la ley establecida.

 


Animales en laboratorios, acabemos con la vivisección

La experimentación en que se utilizan animales no humanos (vivisección) es una de las fases más ocultas, discutidas y discutibles de la ciencia y de la industria. Porque no sólo las ciencias médicas, fí­sicas y biológicas se sirven de animales no humanos en sus laboratorios, sino también la industria militar, la industria de las armas, la industria cosmética, la industria del tabaco y la industria química en general.
Es desde el siglo XVI que losanimales son usados como "conejillos de Indias" (nunca mejor aplicado el término) para conocer los misterios del cuerpo, de la circulación sanguínea  de la conformación fisiológica, pero también de los efectos de medicinas, venenos, sustancias y la inocuidad de los procedimientos científicos e industriales. Primates, ratas, ratones, conejos, cobayas, perros, gatos, cerdos y otros animales son masacrados en nombre de la ciencia y la técnica, a razón de que tres animales mueren a cada segundo en los laboratorios del mundo.
En los laboratorios, los animales son usados principalmente para los test de toxicidad (el test Draize, el DL50, el Test de Toxicidad Dermal y de Toxicidad Oral; los estudios de Inmersión, de Inyección e Inhalación). En éstos, los animales son sometidos a dosis letales de todo tipo de ingredientes, a pruebas alergénicas y de irritación - ulceración cutánea, a pruebas de inhalación e inyección de tóxicos, de armas biológicas y químicas  de resistencia a la falta de atmósfera o gravedad, de medicamentos y fármacos, e incluso, de alimentos para animales de compañí­a.
Muchos grupos de defensa de los animales, a través de la investigación encubierta, han conseguido llevar fuera del laboratorio los horrores que se ocultan tras sus paredes. Por ello, la experimentación con animales encuentra cada vez un mayor rechazo -en la sociedad y también dentro de la misma ciencia- por diversos motivos: éticos, económicos e incluso biológico-sanitarios, por su crueldad con seres sintientes, el peligro que supone la extrapolación de resultados de una especie a otra (como en el caso del SIDA), y su discutible "necesidad" cuando se comienzan a desarrollar métodos alternativos al uso de animales en los laboratorios de ciencia, así como también en las salas de clases de los futuros científicos.

Por qué continúa la vivisección

Los experimentos con animales son inservibles pero de realización sencilla y rápida, y más baratos a corto plazo, que la maquinaria, infraestructura, programas... necesarios para una investigación verdaderamente cientí­fica, aunque a medio plazo, ésta serí­a menos costosa al eliminar el gasto constante en animales. Con lo cual:
 
Cuando las compañías farmacéuticas son llevadas a juicio por causar muertes y graves daños a pacientes que consumieron sus fármacos, éstas, para evitar compensarles económicamente, alegan haberlos probado en animales. De esta manera, se ahorran la introducción de métodos más serios y costosos. 
En el ámbito académico y cientí­fico, donde el prestigio se relaciona con el número de publicaciones, con animales se pueden hacer infinidad de experimentos, conseguir rápidos resultados y publicarlos, aunque su relevancia sea nula, obteniendo más subvenciones.

 

La crí­a y venta de animales de laboratorio, así­ como las jaulas, métodos de sujeción y otras “herramientas” es un negocio multimillonario, dominado muchas veces por las propias industrias farmacéuticas.
Ante lo caótico de los resultados obtenidos con animales, pueden ser utilizados por compañí­as con intereses económicos para pretender demostrar los resultados que a ellas les son convenientes. Por ejemplo, si la industria azucarera quiere librarse de la competencia de la sacarina, afirmará que ésta es cancerí­gena testándola en ratas macho, que desarrollarán cáncer de vejiga. Los vendedores de sacarina, para probar lo contrario, utilizarán ratas hembra, para las cuales es inocua.
Os dejamos una campaña de firmas que se está llevando a cabo actualmente para acabar con esta crueldadhttp://www.stopvivisection.eu/es